Las mamas de una mujer son uno de los elementos característicos de la anatomía femenina. Representan una de las partes más contempladas y un área corporal que ha servido de inspiración para innumerables artistas que han logrado plasmar en sus obras la inmortalidad de la belleza femenina a través de los años.
En toda mujer las mamas cumplen diversas funciones, siendo la estética y la lactancia las que más atención reciben. Estos órganos pasan por distintas etapas de desarrollo hasta completar su crecimiento una vez que la persona alcanza la madurez biológica y sufren bastantes cambios a lo largo de la vida de la mujer producto del efecto de una gran cantidad de hormonas que actúan sobre sus células.
Dentro de las sustancias que más afectan la composición y arquitectura de las mamas se encuentran el estrógeno y la progesterona. Es importante mencionar que ambas hormonas tienen efecto sobre los diferentes componentes del tejido mamario. El primero de estos compuestos ejerce su acción principal sobre los conductos que conducen la leche y las secreciones y contribuye al adecuado crecimiento y mantenimiento de los tejidos de sostén de la mama. La progesterona, por su parte, ayuda a regular la función secretora de la mama y tiene un acción principal sobre las células que conforman los acinos de la mama, sus unidades productoras de secreciones, siendo la principal la leche materna. La intensidad de los efectos de estas hormonas es muy cambiante y depende del ciclo menstrual así como de la ocurrencia o no de los embarazos.
Uno de los efectos que produce la exposición continua de las hormonas en el tejido mamario es la formación de quistes, “bombitas” llenas de líquido, dentro del tejido de la mama. Estos quistes pueden tener tamaño variable y su presencia puede pasar desapercibida o bien ocasionar síntomas molestos tales como dolor, inflamación, sensación de pesadez, sensación de “empedrado” al momento del tacto e incluso “bolitas” palpables en la exploración. Conforme pasan los años la gran mayoría de las mujeres presenta estos signos y síntomas en grado variable por lo que es importante que siempre estés en comunicación con tu especialista para comunicarle cualquier eventualidad.
Estas alteraciones pueden ser el punto de partida de cambios mayores e incluso nada deseables como lo es un cáncer. Es por ello que el correcto abordaje de todo cambio que presenten las mamas debe de comenzar con un adecuado EXAMEN FÍSICO que contemple toda la extensión de ambas glándulas a través de maniobras que detecten la mayor cantidad posible de alteraciones.
Te compartimos la siguiente secuencia de exploración para que la pongas en práctica y te AYUDES A TI MISMA. Es importante mencionar que la AUTOEXPLORACION no sustituye a una adecuada valoración por un médico especialista certificado por lo que ambos elementos pueden complementarse para bien tuyo.
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