El complejo AREOLA-PEZÓN se compone de piel con una pigmentación diferente a la del resto del cuerpo, que a su vez contiene numerosas terminaciones nerviosas y glandulares, así como pequeños conductos en su parte interna que ayudan a almacenar y expulsar secreciones hormonales y leche materna. Constituye una de las zonas erógenas por excelencia y es parte de la glándula mamaria, uno de los elementos más distintivos de la anatomía femenina. Las alteraciones de la areola y el pezón constituyen trastornos que pueden desencadenar problemas de percepción corporal y autoestima importantes e incluso trastornos funcionales que pueden llegar a ser incapacitantes.