Los elementos de nuestra cara están estrechamente relacionados y albergan una gran cantidad de elementos en un espacio limitado haciendo más eficiente la funcionalidad de los mismos. El volumen y proyección de ciertas áreas nos ayudan a identificar características masculinas y femeninas, bellas y proporcionadas a diferencia de las poco atractivas y desequilibradas. El pómulo es el elemento más distintivo del tercio medio de la cara y símbolo de juventud y sensualidad. Podemos darle volumen y proyección al pómulo con nuestros propios tejidos (grasa) para mejorar el perfil facial y conferirle suavidad en la silueta, simetría y atractivo visual.